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Tras grabar un par de EP's que les llevaron a tocar durante 2013 en un buen número de conciertos y festivales demostrando su buen hacer en los escenarios, publicaron en 2014 éste su primer larga duración de título homónimo a la banda, cosechando grandes críticas gracias su nivel compositivo y, sobre todo, a la gran voz de su cantante Elin Larsson y su estilo entre Janis Joplin y Aretha Franklin. No son malas referencias, desde luego.
Compuesto por 10 canciones que evocan tiempos pasados pero sin dejar de sonar más actuales, empieza con "High Class Woman" como tarjeta de visita de lo que te espera por delante siendo un rock clásico con punteos psicodélicos y la poderosa voz de la cantante que explota ya desde este primer tema del álbum.
Le sigue "Ain't No Change", un blues acelerado con unos riffs y punteos acertadísimos y esa voz, otra vez, que te hará desear cantar la canción sin tener ni idea de ingés.
"Jupiter" es un compendio de incesantes punteos de fondo, dejándote respirar hacia la mitad del tema para llevarte por tierras de la psicodelia más rockera.
El resto del álbum, combinando rapidez con medios tiempos e incluso alguna balada que las que dejan de engañarte poco antes del del final volviendo a sumergirte en una vorágine sonora, confirma las intenciones de Blues Pills de estar al nivel de los grandes nombres del rock and roll.
A destacar el corte siete del disco "Devil Man" como el tema más pesado y rokanrolero.
Un disco para demostrar que tiempos pasados no fueron necesariamente mejores.