Últimos artículos

La historia del casete y su relación con el rock

La historia del casete y su relación con el rock


¿Te acuerdas de los casetes? Esos pequeños rectángulos de plástico que guardaban música en cintas magnéticas y que se podían rebobinar con un lápiz. Pues resulta que los casetes tienen una historia muy interesante y están íntimamente relacionados con el rock. En este post te voy a contar cómo los casetes revolucionaron la industria musical, la cultura juvenil y el activismo político, todo al ritmo de las mejores bandas de rock de la historia.

Los casetes nacieron en 1963, cuando la empresa holandesa Philips los presentó como un formato portátil y económico para grabar y reproducir sonido. Al principio, los casetes se usaban principalmente para dictados, entrevistas y cursos de idiomas, pero pronto se dieron cuenta de que también servían para grabar música. Así empezó la era del casete musical, que duró desde finales de los años 60 hasta principios de los 90.

Los casetes tenían muchas ventajas sobre los discos de vinilo, que eran el formato dominante en esa época. Los casetes eran más pequeños, más baratos, más resistentes y más fáciles de transportar. Además, permitían grabar música de forma casera, sin necesidad de un estudio profesional. Esto abrió un mundo de posibilidades para los aficionados a la música, que podían copiar sus discos favoritos, hacer sus propias recopilaciones o intercambiar casetes con sus amigos. Los casetes también facilitaron la difusión de la música independiente y alternativa, que no tenía cabida en las grandes discográficas ni en las radios comerciales.

El rock fue uno de los géneros musicales que más se benefició del casete. El rock era la música de la rebeldía, de la contracultura, de la protesta social. El rock expresaba lo que muchos jóvenes sentían y pensaban, pero que no podían decir abiertamente. El casete les dio la oportunidad de escuchar rock sin censura, sin intermediarios, sin límites. El casete fue el vehículo perfecto para el rock and roll.


El casete también fue un instrumento de resistencia política en muchos países donde el rock estaba prohibido o perseguido por los regímenes autoritarios. Por ejemplo, en Irán, después de la revolución islámica de 1979, el rock fue considerado como una música occidental y decadente, y su difusión fue restringida. Sin embargo, muchos jóvenes iraníes seguían escuchando rock en secreto, gracias a los casetes que conseguían en el mercado negro o que les enviaban sus familiares desde el extranjero. Los casetes les permitían mantener vivo su amor por el rock y su espíritu crítico.

Otro caso emblemático fue el de Polonia, donde el rock fue una forma de expresar el descontento con el régimen comunista que gobernaba el país desde 1945. En los años 80, surgieron bandas de rock como Kult, Republika o Lady Pank, que cantaban sobre la realidad social y política de Polonia con ironía y sarcasmo. Sus canciones eran muy populares entre los jóvenes polacos, pero no podían ser emitidas por las radios oficiales ni editadas en discos. Por eso, se distribuían en casetes grabados clandestinamente o importados desde Occidente. Los casetes fueron una forma de comunicación y solidaridad entre los polacos que aspiraban a la libertad y la democracia.


Como ves, los casetes fueron mucho más que un simple soporte para guardar música. Los casetes fueron una revolución cultural, social y política, impulsada por el rock. Los casetes fueron una forma de vivir y sentir el rock.

Hoy en día, los casetes han sido sustituidos por otros formatos digitales más avanzados y cómodos, como los CD, los MP3 o las plataformas de streaming. Sin embargo, algunos nostálgicos siguen coleccionando y escuchando casetes, como una forma de recordar una época dorada del rock. Y tú, ¿tienes algún casete guardado en algún cajón? ¿Qué música te gusta escuchar en casete? Cuéntanoslo en los comentarios.

Publicar un comentario

Formulario de contacto